Resumen de los aspectos más importantes del pensamiento de Nietzsche
1. Biografía y época
Nietzsche (1844-1900), autor influyente en renombres como Heidegger o Deleuze, estudió filología clásica (catedrático de Griego) y tuvo una cercana amistad con Richard Wagner, quien le influyó sobre la estética y le transmitió comportamientos no cristianos contrarios a la tradición de sus padres.
Vive en la segunda mitad del siglo XIX, una época marcada por muchas revoluciones que estrechan los lazos entre la ciencia y la economía en Europa: la revolución demográfica duplica la población, la revolución siderúrgica y la del campo de comunicaciones y transporte impulsan la industrialización, diversos movimientos sociales cobran importancia (como el liberalismo, el nacionalismo, el socialismo y el anarquismo), los grandes imperios (Gran Bretaña, Francia, Alemania y EE.UU) se expanden, las ciencias se desarrollan enormemente (especialmente las humanísticas), y el poder económico y político de la burguesía aumenta de forma importante.
A la vez, se producen 2 grandes movimientos culturales muy importantes:
Romanticismo: Opuesto a la Ilustración, concibe una naturaleza viva, dinámica, no mecanicista (Darwin enuncia su teoría de la evolución).
Positivismo: Reduce todo conocimiento a Ciencia, despreciando lo que no lo sea (destaca Comte).
2. Obra
La obra de Nietzsche se puede dividir en varios periodos:
Periodo Romántico: Bajo la influencia de Schopenhauer y Wagner, escribe El origen de la tragedia humana, obra en la que critica a Platón y a Sócrates por su rechazo a la vida.
Periodo Positivista: Critica a la religión, a la metafísica y al arte de su época. De esta etapa destacan Humano, demasiado humano, y La gaya ciencia, obra en la que aparece por primera vez el tema de la muerte de Dios.
Periodo Crítico: Es su periodo fundamental. En él escribe obras como Más allá del Bien y del Mal (obra crucial), La genealogía de la moral, Ecce homo, Así habló Zaratustra o La voluntad de poder.
3. Influencias
El autor más influyente en Nietzsche fue sin duda Schopenhauer. Nietzsche opinará igual que él, aunque no con la misma visión pesimista. Lo más reseñable es que Schopenhauer ve el mundo como una lucha contínua, llena de sacrificios sin recompensa (vive las guerras de Napoleón). Dice que esta lucha, eterna, se debe a nuestra voluntad de vivir: todos queremos ser eternos, y para ello intentamos adueñarnos de toda la materia. Cada individuo quiere prolongar su propia vida, y siente que el resto le quitan la energía necesaria para conseguirlo. Además, la inteligencia no es capaz de dominar esa voluntad de vivir, por lo que la ciencia sólo sirve como herramienta para alcanzar el objetivo. Como consecuencia, perdemos la vida en intentar prolongarla, y contra esto, Schopenhauer propone 3 soluciones que adoptar:
La estética: Crear un mundo totalmente aparente donde la voluntad de vivir se engañe y se olvide de la lucha por la existencia; que la realidad no importe nada.
La ascética: Decir no a todo cuanto deseemos; así no conseguiremos conquistar la felicidad, pero tampoco aumentar el dolor por la decepción.
La santidad: Matar la voluntad de vivir antes de que muera el cuerpo; deberemos mantener una relación de indiferencia con la vida, consiguiendo que ésta no nos importe. Sin embargo, nadie puede alcanzar este estado por sí mismo, es obra del destino.
Además de Schopenhauer, otras corrientes influyeron de forma destacable en Nietzsche. Además de Max Stirmer, con su individualista del ser humano (no universalista), también le interesan los estudios de las pasiones humanas de Spinoza, o que éste pensara que la razón es incapaz de enfrentarse a los instintos. Por otro lado, es importante la opinión de los Moralistas Franceses, que piensan que debajo del comportamiento humano altruista se esconden motivaciones internas muy distintas, que despiertan nuestros verdaderos instintos.
4. Pensamiento
4.1. CRÍTICA A LOS VALORES DE LA CULTURA EUROPEA
La crítica marca la obra de Nietzsche. Critica que en la cultura europea se hayan establecido unos valores que se oponen a la vida, a los instintos; pues dice que en la antigüedad existía una relación entre la tendencia racional y la corporal, pero que hubo un momento en que se rompió, y se optó por la vía estricta de la razón. Critica por lo tanto los 3 aspectos de la cultura europea (moral, religión y filosofía), cuyos valores ve como síntomas de decadencia.
En primer lugar, en su crítica a la moral, distingue 2 tipos:
la moral de los Señores: impulsa los valores de la fuerza, como el poder, el placer, o la grandeza.
la moral de los Esclavos: prevalecen los valores de la debilidad, como el dolor, la humildad o la compasión.
Lo que Nietzsche critica es una moral concreta: la establecida hasta ahora en la historia de la humanidad (moral de los esclavos). Culminada en los movimientos sociales de la revolución francesa, la considera antinatural porque se opone a los instintos de la vida, que son lo más real que conocemos. Su origen lo encuentra en el platonismo, ya que dice que lo bueno (mundo ideal) está más allá de esta vida, y desprecia la que conocemos. Además, critica que al establecer este orden moral (drama entre el bien y el mal), se ha dado por hecho que un ser externo controla nuestro mundo, impulsando los valores de los débiles, tales como la humildad.
En cuanto a la religión (partiendo de que ninguna religión ha contenido jamás ninguna verdad porque todas parten del miedo y de la necesidad), Nietzsche critica en concreto a la religión Cristiana, porque ha invertido los valores de la antigua Grecia y Roma, inventándose un mundo ideal que desvaloriza el mundo terreno:
concibe el cuerpo como algo sospechoso, olvidando los instintos.
fomenta los valores de la moral de los esclavos.
centra el pecado en la posesión de un cuerpo, convirtiendo la vida en un pecado sin remedio, y por lo tanto estropeándonos la existencia.
En resumen: concibe a Dios como un obstáculo para la vida.
Por último, critica a los filósofos tradicionales (desde Platón) por no haber sabido pensar, por haber necesitado inventar otro mundo (el ideal) y desprestigiar el nuestro (dice que la filosofía ha sido teología), por considerar el ser como algo estático, fijo, inmutable y abstracto. Según él, ese mundo de las ideas no existe, pues es el único realmente estático, muerto. Y es por eso que admira a Heráclito, por reconocer que este mundo nuestro es cambiante, y a Hegel, por pensar que toda la realidad está en permanente devenir dialéctico.
4.2. DEL HOMBRE AL ULTRAHOMBRE
Nietzsche analiza la historia del hombre y observa la siguiente evolución en cuanto a la presencia de Dios:
Renacimiento: el antropocentrismo, el hombre comienza a pensar por sí solo.
Racionalismo: la razón es el fundamento de todo, aunque garantizada por Dios.
Ilustración: el poder lo tiene el pueblo, no Dios.
Positivismo: el saber está en la ciencia, los Dioses no importan.
Y de aquí deduce que entre todos, hemos matado a Dios de inanición (por falta de quehaceres). Como consecuencia, el hombre empieza a vivir por primera vez. Ya no tiene que soportar el peso de la trascendencia, los pilares que han sostenido la cultura de Occidente se han derrumbado. Y lo hemos hecho casi sin darnos cuenta, sin una revolución que haya marcado un cambio. Ahora incluso hay quienes buscan un sustituto, en ideas como la patria, ante las que poder sacrificarse.
Este proceso Nietzsche también lo representa en su metáfora de las 3 transformaciones: el hombre ha sido un camello que ha soportado cargas, pero que tras transformarse en león ha roto con lo establecido (ha matado a Dios), y tras esto, se ha convertido en niño, un creador y destructor sin conciencia de culpa capaz de construir sus propios valores.
Una vez muerto Dios, ya no tenemos un algo o un alguien para quien hacer las cosas. Y ese estado de suspense, de reciente vencimiento de los supremos valores, de momentánea desorientación, esa consecuencia propia de la ausencia de valores, se conoce como Nihilismo. Es el estado posterior a la destrucción e irremediablemente anterior a la creación.
Ahora que podemos crear una nueva moral, Nietzsche propone una basada en el proceso natural del hombre: la vida. Tratando de alcanzar un punto intermedio entre las tendencias de Dionisios (la vida, el exceso, el cuerpo) y Apolo (la razón, la medida, el alma), opta por la exaltación de la vida sin buscar más explicaciones a su por qué. Debe primar la moral de los señores, siguiendo los instintos.
Nietzsche propone por tanto que construyamos una moral que nos lleve a dejar de ser el hombre que hemos sido hasta ahora, miserable e inacabado, y que pasemos a ser ultrahombres. Éste es el ser creador (niño) que sigue su propia moral, un ser fuerte a la altura de este mundo, que no se rebaje, que cumpla sus promesas.
Define al ultrahombre con 7 características:
Ansia de vivir: Se preocupa por la vida, sin traba ninguna.
Superación: Ha superado la moral tradicional cristiana.
Superior: Dice sí a las jerarquías entre los hombres.
Valores: Ha roto con la jerarquía de valores tradicional.
Tierra: Lo que le importa es lo terrenal, no la trascendencia metafísica.
Poder: Tiene el deseo de dominar, de ser señor y no esclavo.
Retorno: Ama tanto su vida que aceptaría volver a vivirla infinitas veces.
Nietzsche (1844-1900), autor influyente en renombres como Heidegger o Deleuze, estudió filología clásica (catedrático de Griego) y tuvo una cercana amistad con Richard Wagner, quien le influyó sobre la estética y le transmitió comportamientos no cristianos contrarios a la tradición de sus padres.
Vive en la segunda mitad del siglo XIX, una época marcada por muchas revoluciones que estrechan los lazos entre la ciencia y la economía en Europa: la revolución demográfica duplica la población, la revolución siderúrgica y la del campo de comunicaciones y transporte impulsan la industrialización, diversos movimientos sociales cobran importancia (como el liberalismo, el nacionalismo, el socialismo y el anarquismo), los grandes imperios (Gran Bretaña, Francia, Alemania y EE.UU) se expanden, las ciencias se desarrollan enormemente (especialmente las humanísticas), y el poder económico y político de la burguesía aumenta de forma importante.
A la vez, se producen 2 grandes movimientos culturales muy importantes:
Romanticismo: Opuesto a la Ilustración, concibe una naturaleza viva, dinámica, no mecanicista (Darwin enuncia su teoría de la evolución).
Positivismo: Reduce todo conocimiento a Ciencia, despreciando lo que no lo sea (destaca Comte).
2. Obra
La obra de Nietzsche se puede dividir en varios periodos:
Periodo Romántico: Bajo la influencia de Schopenhauer y Wagner, escribe El origen de la tragedia humana, obra en la que critica a Platón y a Sócrates por su rechazo a la vida.
Periodo Positivista: Critica a la religión, a la metafísica y al arte de su época. De esta etapa destacan Humano, demasiado humano, y La gaya ciencia, obra en la que aparece por primera vez el tema de la muerte de Dios.
Periodo Crítico: Es su periodo fundamental. En él escribe obras como Más allá del Bien y del Mal (obra crucial), La genealogía de la moral, Ecce homo, Así habló Zaratustra o La voluntad de poder.
3. Influencias
El autor más influyente en Nietzsche fue sin duda Schopenhauer. Nietzsche opinará igual que él, aunque no con la misma visión pesimista. Lo más reseñable es que Schopenhauer ve el mundo como una lucha contínua, llena de sacrificios sin recompensa (vive las guerras de Napoleón). Dice que esta lucha, eterna, se debe a nuestra voluntad de vivir: todos queremos ser eternos, y para ello intentamos adueñarnos de toda la materia. Cada individuo quiere prolongar su propia vida, y siente que el resto le quitan la energía necesaria para conseguirlo. Además, la inteligencia no es capaz de dominar esa voluntad de vivir, por lo que la ciencia sólo sirve como herramienta para alcanzar el objetivo. Como consecuencia, perdemos la vida en intentar prolongarla, y contra esto, Schopenhauer propone 3 soluciones que adoptar:
La estética: Crear un mundo totalmente aparente donde la voluntad de vivir se engañe y se olvide de la lucha por la existencia; que la realidad no importe nada.
La ascética: Decir no a todo cuanto deseemos; así no conseguiremos conquistar la felicidad, pero tampoco aumentar el dolor por la decepción.
La santidad: Matar la voluntad de vivir antes de que muera el cuerpo; deberemos mantener una relación de indiferencia con la vida, consiguiendo que ésta no nos importe. Sin embargo, nadie puede alcanzar este estado por sí mismo, es obra del destino.
Además de Schopenhauer, otras corrientes influyeron de forma destacable en Nietzsche. Además de Max Stirmer, con su individualista del ser humano (no universalista), también le interesan los estudios de las pasiones humanas de Spinoza, o que éste pensara que la razón es incapaz de enfrentarse a los instintos. Por otro lado, es importante la opinión de los Moralistas Franceses, que piensan que debajo del comportamiento humano altruista se esconden motivaciones internas muy distintas, que despiertan nuestros verdaderos instintos.
4. Pensamiento
4.1. CRÍTICA A LOS VALORES DE LA CULTURA EUROPEA
La crítica marca la obra de Nietzsche. Critica que en la cultura europea se hayan establecido unos valores que se oponen a la vida, a los instintos; pues dice que en la antigüedad existía una relación entre la tendencia racional y la corporal, pero que hubo un momento en que se rompió, y se optó por la vía estricta de la razón. Critica por lo tanto los 3 aspectos de la cultura europea (moral, religión y filosofía), cuyos valores ve como síntomas de decadencia.
En primer lugar, en su crítica a la moral, distingue 2 tipos:
la moral de los Señores: impulsa los valores de la fuerza, como el poder, el placer, o la grandeza.
la moral de los Esclavos: prevalecen los valores de la debilidad, como el dolor, la humildad o la compasión.
Lo que Nietzsche critica es una moral concreta: la establecida hasta ahora en la historia de la humanidad (moral de los esclavos). Culminada en los movimientos sociales de la revolución francesa, la considera antinatural porque se opone a los instintos de la vida, que son lo más real que conocemos. Su origen lo encuentra en el platonismo, ya que dice que lo bueno (mundo ideal) está más allá de esta vida, y desprecia la que conocemos. Además, critica que al establecer este orden moral (drama entre el bien y el mal), se ha dado por hecho que un ser externo controla nuestro mundo, impulsando los valores de los débiles, tales como la humildad.
En cuanto a la religión (partiendo de que ninguna religión ha contenido jamás ninguna verdad porque todas parten del miedo y de la necesidad), Nietzsche critica en concreto a la religión Cristiana, porque ha invertido los valores de la antigua Grecia y Roma, inventándose un mundo ideal que desvaloriza el mundo terreno:
concibe el cuerpo como algo sospechoso, olvidando los instintos.
fomenta los valores de la moral de los esclavos.
centra el pecado en la posesión de un cuerpo, convirtiendo la vida en un pecado sin remedio, y por lo tanto estropeándonos la existencia.
En resumen: concibe a Dios como un obstáculo para la vida.
Por último, critica a los filósofos tradicionales (desde Platón) por no haber sabido pensar, por haber necesitado inventar otro mundo (el ideal) y desprestigiar el nuestro (dice que la filosofía ha sido teología), por considerar el ser como algo estático, fijo, inmutable y abstracto. Según él, ese mundo de las ideas no existe, pues es el único realmente estático, muerto. Y es por eso que admira a Heráclito, por reconocer que este mundo nuestro es cambiante, y a Hegel, por pensar que toda la realidad está en permanente devenir dialéctico.
4.2. DEL HOMBRE AL ULTRAHOMBRE
Nietzsche analiza la historia del hombre y observa la siguiente evolución en cuanto a la presencia de Dios:
Renacimiento: el antropocentrismo, el hombre comienza a pensar por sí solo.
Racionalismo: la razón es el fundamento de todo, aunque garantizada por Dios.
Ilustración: el poder lo tiene el pueblo, no Dios.
Positivismo: el saber está en la ciencia, los Dioses no importan.
Y de aquí deduce que entre todos, hemos matado a Dios de inanición (por falta de quehaceres). Como consecuencia, el hombre empieza a vivir por primera vez. Ya no tiene que soportar el peso de la trascendencia, los pilares que han sostenido la cultura de Occidente se han derrumbado. Y lo hemos hecho casi sin darnos cuenta, sin una revolución que haya marcado un cambio. Ahora incluso hay quienes buscan un sustituto, en ideas como la patria, ante las que poder sacrificarse.
Este proceso Nietzsche también lo representa en su metáfora de las 3 transformaciones: el hombre ha sido un camello que ha soportado cargas, pero que tras transformarse en león ha roto con lo establecido (ha matado a Dios), y tras esto, se ha convertido en niño, un creador y destructor sin conciencia de culpa capaz de construir sus propios valores.
Una vez muerto Dios, ya no tenemos un algo o un alguien para quien hacer las cosas. Y ese estado de suspense, de reciente vencimiento de los supremos valores, de momentánea desorientación, esa consecuencia propia de la ausencia de valores, se conoce como Nihilismo. Es el estado posterior a la destrucción e irremediablemente anterior a la creación.
Ahora que podemos crear una nueva moral, Nietzsche propone una basada en el proceso natural del hombre: la vida. Tratando de alcanzar un punto intermedio entre las tendencias de Dionisios (la vida, el exceso, el cuerpo) y Apolo (la razón, la medida, el alma), opta por la exaltación de la vida sin buscar más explicaciones a su por qué. Debe primar la moral de los señores, siguiendo los instintos.
Nietzsche propone por tanto que construyamos una moral que nos lleve a dejar de ser el hombre que hemos sido hasta ahora, miserable e inacabado, y que pasemos a ser ultrahombres. Éste es el ser creador (niño) que sigue su propia moral, un ser fuerte a la altura de este mundo, que no se rebaje, que cumpla sus promesas.
Define al ultrahombre con 7 características:
Ansia de vivir: Se preocupa por la vida, sin traba ninguna.
Superación: Ha superado la moral tradicional cristiana.
Superior: Dice sí a las jerarquías entre los hombres.
Valores: Ha roto con la jerarquía de valores tradicional.
Tierra: Lo que le importa es lo terrenal, no la trascendencia metafísica.
Poder: Tiene el deseo de dominar, de ser señor y no esclavo.
Retorno: Ama tanto su vida que aceptaría volver a vivirla infinitas veces.
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